Category: Destino Sefarad Gallego


Las hermanas Lola, Amparo y Julia Touza Domínguez recibieron el pasado 7 de septiembre en su Ribadavia natal un emotivo homenaje póstumo en reconocimiento a su labor de ayuda desinteresada a judíos perseguidos por el nazismo durante la II Guerra Mundial. Las tres, con la colaboración de dos taxistas —José Rocha y Javier Míguez— y de un intérprete —Ricardo Pérez Parada— se encargaban de ocultar a los judíos y de llevarlos hasta la frontera con Portugal, país desde el que embarcaban más tarde hacia América o hacia el norte de África. Esta red clandestina de apoyo a los judíos debió funcionar entre los años 1943 y 1945.

La cantina de la estación de ferrocarril de Ribadavia que regentaban las hermanas Touza.

Un árbol las recuerda en Israel
Hace tres meses, el Centro Peres por la Paz plantó en las colinas de Jerusalén un árbol con el nombre de Lola Touza que recuerda la gesta de las tres hermanas. Sus nietos, que recibieron un diploma acreditativo, esperan ahora que el Gobierno israelí las nombre Justas entre las Naciones, el máximo reconocimiento oficial para aquellas personas que ayudaron a los judíos durante el Holocausto.
El título de Justos entre las Naciones, como nos explica Julio Touza, debe cumplir tres requisitos, y los tres se dan en el caso de su abuela Lola y de sus tías Amparo y Julia: 1) Que hayan salvado a un judío; 2) que lo hayan salvado arriesgando sus vidas; 3) que lo hayan salvado sin ánimo de lucro.
“El árbol plantado en las colinas de Jerusalén